Por: Victor Simón
Desde el año 1985 está construido el puente que lo cambió todo y como dijo Mallory e interpolando cuando le preguntaron que porque subía al Everest. ¿Por qué pasarlo por debajo? Porque está ahí.
Completamente prohibido en la actualidad. Algo que hacíamos en el pasado, a veces con percances por lo que se prohibió ya en su tiempo. Y a partir de ahora lo relatado a continuación corresponde a otros tiempos.
Dejando atrás Ogrove nos adentramos en el canal que va desde este puerto hasta el puente de A Illa haciendo un rumbo norte. Dejamos Cambados a estribor.
Deberemos controlar a babor dos piedras que descubren en bajamar, las Golfeiras Xestelas y ya más cerca del puente el Laxe do Abade y a estribor el grupo de piedras que velan y desvelan conocidas como piedras Abilleira, pero en general la navegación es franca.
Y es aquí, cuando echamos mano de nuestras topos, nuestro querido y afrancesado método de los doceavos para calcular la marea que se explicaba el primer día de curso.
Lo primero que tendremos que calcular es la duración de la marea, restando la hora de la pleamar de la hora de la bajamar o viceversa. También tendremos que obtener la amplitud, que es la diferencia entre la altura de la pleamar y la altura de la bajamar. Obtenemos también lo que se conoce por la regla de los sextos de la duración y que no es otra cosa que dividir la amplitud entre seis horas (multiplicamos la duración por 1/6)
Aplicamos entonces la regla de los doceavos para cada hora: 1, 2 , 3, 3, 2, 1. Es decir, a la primera y a la última hora de la marea les corresponden 1/12 de la amplitud; a la segunda y a la quinta hora 2/12 de la amplitud; por último a la tercera y cuarta hora les corresponden 3/12 de la amplitud. Hay que restar si la marea baja y sumar si la marea sube.
Pues bien esto habríamos hecho y calculado para pasar por debajo del puente ya que las sondas en marea baja son ridículamente pequeñas quedando en seco el vado. Pero hete aquí que aparece otro problema que no te cuentan en ninguna escuela de navegación, la altura del puente y aquí ya todo era empirico o a ojo como veremos. Calculamos pasar por ejemplo a la tercera hora cuando ya habrá cerca de 2m de sonda pero quién se acordaba de la altura del palo de la Cavale y del Mousqueteire y sobre todo ¿quien conocía la altura del puente?. Lo dicho conocimiento empírico, pero menudo experimento si fallas adiós palo. Nos dió a muchos por escorar la cavale cuando pasabas por aquello de restar altura al palo, pero ¿que pasaba? Justo debajo del puente el viento giraba, rolaba caía o se desvirtuaba, lógicamente por lo que el adrizamiento era justo debajo. En fin aquello quedaba claro a la segunda. En algún momento fue demasiado tarde produciéndose el percance tan poco anhelado. Quizás por no pasar entre los pilares adecuados.
Una vez pasado el puente estamos en aguas francas dejando el Seijo y las Hermanas por estribor o si se quiere recalando en Vilanova. La base de Boiro queda enfrente y las marcas del Moscardiño, La Benencia y la Barsa son las más reconocidas y controladas por nosotros.
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