El 23 de marzo de 2021 falleció Carlos Boldo después de una enfermedad sorpresa. Carlos se inició en el CINA en la temporada de 1977. Enseguida le cogió el gustillo a la navegación a vela de la que disfrutó toda su vida. Compartió travesías con otros compañeros cineros.
Geólogo de profesión y Dr. en Cristalografía, experto en prospección de hidrocarburos, siempre se caracterizó por su talante científico. Hombre serio, exquisitamente educado y muy generoso, con una gran cultura y una siempre inteligente conversación. Con su carácter serio y riguroso Carlos se caracterizaba por ser un excelente compañero de navegación. Como amante de la fotografía ha cosechado una extensísima colección de fotos, se había convertido en un gran fotógrafo científico. Muchas de ellas fueron fotos de sus navegaciones y travesías. Algunas se hayan colgadas en la web de Brontosailors.
Casado con la alemana Iris Doro Langebartels, Carlos tuvo en su mujer a la mejor compañera de navegación. Desde que se conocieron siempre navegaron juntos. Durante muchos años la pareja se escapaba los fines de semana para acudir veloces a su barco amarrado en Torrevieja y allá que izaban velas para emprender pequeñas travesías en su querido mar Mediterráneo. Supieron compaginar muy bien mar y montaña. Por eso también acudían en invierno a las pistas de Jaca para practicar el sky y disfrutar de los paseos por los montes cercanos.
A los dos les gustaba reunirnos, a los más allegados, en torno a una mesa con un buen yantar y los mejores vinos, y allí comentábamos sus peripecias náuticas, las novedades literarias, hablábamos del mundo y de la vida y de lo que realmente importa que es la amistad. Le recuerdo con su inseparable pipa siempre atento a la polémica constructiva y a facilitar buenos consejos.
Carlos y Doro, ya jubilados de sus trabajos respectivos, decidieron abandonar su vida en la ajetreada capital (Madrid) y eligieron la tranquilidad de un hogar pirenaico (Jaca) como su paraíso para el retiro. Una enfermedad truncó ese retiro y terminó con la vida de Carlos. Dos años más tarde falleció su mujer Doro.
Descansad en paz, porque los amigos y compañeros brontosailors no os olvidamos.
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