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El pasado día 28 de noviembre, tuvimos la oportunidad de reunirnos, por segunda vez y tras 14 años, varias añadas de cineros veteranos. Cineros que tuvimos la suerte y la fortuna de haber conocido la base y su “Ponderosa”, establecida en la praia de Area da Secada, al oeste de la illa de Arousa.
Allí nos salieron las escamas. Escamas con que nos iniciamos los profanos, en las bellas artes de la vela, que a fin de cuentas, es el nexo común que a todos nos unió, nos une y espero y deseo que nos siga uniendo.
Comenzó la velada, con una topó-charla, de nuestro navegante, y sin embargo amigo, con más experiencia en regatas de crucero, Víctor Simón. Llevó a cabo una exposición-presentación, desde el origen hasta nuestros días, de la regata, hoy conocida como Volvo Ocean Race. Se eligió este tema pues sus comienzos, como Whitebread Race, comenzó su andadura el mismo año que nuestro CINA, en 1968.
Al concluir, Jesús Penas, cabeza del equipo organizador y germen de quien partió la idea de volver a reunir, a todos aquellos que habían pasado por la illa, agradeció nuestra presencia, por habernos hecho eco de su llamada y, en un pequeño homenaje-recordatorio, mencionó a todos los que ya no podremos contar con ellos y a los que queriendo haber asistido, no pudieron estar presentes con todos nosotros.
Tras concluir, fuimos tomando asiento, para dar cuenta de la cena, que la organización tuvo a bien encargar. Cena que transcurrió de forma muy amena y con muy buen humor, pues los más bisoños o pelusos, fuimos testigos de las anécdotas, comentarios y sucesos que les aconteció a los más veteranos. A los postres, algunas intervenciones por parte de algunos presentes, pusieron el tono más emotivo de la velada.
Y emotivas palabras fueron, por cuanto allí pronunciaron en sus declaraciones. Unos, resaltaron lo mucho que les había supuesto, su paso por CINA. Paso, que se transformó con el devenir, en encuentro de su pareja y posterior formalización de su actual familia.
Otros, como Juan Abad, de los primeros Presidentes que tuvo CINA y miembro colaborador en varias Juntas, activo socio hasta hace muy poquito y muy buen conocedor de nuestra evolución, destacó la “impronta” de nuestra asociación. De aquello que nos marca, lo que nos hace diferentes a otros clubs, pero que es tan difícil de definir. Y tan complicado de explicar. Y que, acabó resumiendo, invitaba a cuantos quisieran conocernos realmente, que formaran parte de nuestros cursos.
Guillermo Pollán, actual Presidente de la Federación Madrileña de Vela, resaltó la importancia que CINA, ha tenido y tiene hoy en día, en la comunidad de Madrid.
El turno de Alfredo Platas, no le fue a la zaga. Con su longeva permanencia entre nosotros, su extensa experiencia en multitud de cursos, tanto en CINA, como en otros clubs y su gran conocimiento de la realidad de la vela en España y en particular en la comunidad madrileña, pues en la actualidad, forma parte y es activo miembro de su Federación, dejando bien sentado que, esa impronta sigue viva en la actualidad y es una destacada característica, de la que carecen otros centros.
Y es que esa diferencia es, a mi humilde parecer, fruto de la semilla, que desde el 68, fueron depositando curso a curso, todos y cuantos pasaron por ellos. Con su buen hacer. Con su buen ser. Con su buen estar. Con su buen humor. Con su buen criterio. Con sus errores. Con sus aciertos. Formando parte de la Juntas y de sus Presidencias. Llevando la Jefatura de Base y/o de Centro. Formando parte de los Consejos de Monitores. Componiendo los textos para sacar adelante las distintas ediciones de la revista Arousa, transformándose estos últimos años en los boletines actuales. Interviniendo en la confección de nuestros libros de topós. Tan didácticos. Tan sintetizados. Tan copiados, clonados y fusilados por otras escuelas.
En definitiva; a los que, con posterioridad, nos hemos ido incorporando a esta, ya, gran familia de CINA, sólo nos quedan dos tareas. La fácil y la difícil. La difícil, continuar gestionando el magnífico legado que, vosotros, “brontosailors”, nos fuisteis cediendo y pasando en corto, cual… ¿patata caliente? Flota, instalaciones y, esa forma de vida, como gran valor social, que es lo que nos llama la atención a todos, cuando aterrizamos por primera vez aquí.
Y la fácil, y porque es de justicia, agradeceros todo vuestro esfuerzo. Toda vuestra generosidad. Todo vuestro trabajo. Todo vuestro tiempo libre. Hasta vuestros enfados y cabreos. Por haber llevado a buen puerto, lo que hoy tenemos, lo que hoy somos y donde hoy estamos. Casi, casi, 50 años de vida ya.
Por todo ello, ¡¡gracias brontosailors, muchísimas gracias!!, por toda esa, como dice el slogan, energía social que mueve el mundo que habéis sabido enseñarnos y por todo ese patrimonio humano y altruista que habéis sabido crear y transmitir y que ha perdurado hasta nuestros días. Y del que, espero, Montoro, no se pueda quedar con el 20%, nunca, nunca, nunca.
A todos los “brontosailors”, hasta pronto. Hasta la próxima, que, como destacaba Javier Rodríguez Santos, sea antes, al menos, con la próxima Volvo Race, en 4 años.
Muchísimos besos para vosotras y muchos abrazos para vosotros.
Pepe Galeote. Un cinero, que todavía tiene mucho que aprender.
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